martes, noviembre 25

Actualidad en la NBA.



Será cierto lo que publican en esta fecha en Europa en este articulo que comparto con ustedes.


¿Son los Cavs el mejor equipo del mundo?

Usted que opina.

Los vigentes campeones de la NBA son el líder de la competición y nada parece haber erosionado sus poderes. Sin embargo asoma ahora con fuerza el equipo que más difíciles puso las cosas a los Celtics para lograr el anillo. Tal vez, formula Gonzalo Vázquez, el mejor equipo del mundo.

Quienes hayan podido seguir el inicio de temporada de los Cavaliers habrán podido comprobar la visible transformación de su juego. En los tres últimos años el equipo de Ohio ha sido uno de los más difíciles de batir. Pero a un alto coste.

La aridez de su juego ofensivo, basado en la fuerza de James y la consiguiente lotería de lados débiles, convertían a los Cavs en eficaces pero altamente previsibles. En el panorama NBA había consenso sobre lo que John Krolik definía como "one of the League's most maligned offenses and miserable teams to watch". Algo ha cambiado. Y no es aparente.

La llegada de Mo Williams despertó inicialmente dudas razonables sobre si era eso lo que precisaban los Cavs. ¿Un nuevo base? ¿Un director de juego junto a James? ¿No necesitaban un segundo anotador? A mitad de agosto Williams fue intervenido de una hernia. Contra prescripción médica saltó a pista antes de tiempo. Ahora su osadía se ha demostrado un acierto. Está al noventa por ciento y subiendo.

Pero es que da la impresión de que el resto del equipo también. De hecho bromeaba Brian Windhorst con la idea de que habían adquirido en verano dos piezas: Mo Williams y Delonte West, esto es, 30 puntos más por noche. El escolta de Washington dejó atrás sus depresiones por su mejor versión conocida que acaricia el 50 por ciento de acierto en los triples.

Los lados débiles más descubiertos de toda la competición, cubiertos hasta el pasado mes de mayo por Delonte, Gibson y apenas Pavlovic y Wally, han dejado de ser meros espacios de tiro. Con Mo Williams los Cavs han dado paso a un ataque notablemente más ventilado y con mayores destinos para el balón.

Por fin se ofrecen jugadores en media pintura y se abandona el desierto que invitaba a James a penetrar contra todos. Los interiores, algo abandonados antes a su suerte o concentrados en barrer para James, ya no aguardan pasivos el rebote ofensivo. Varejao, Ilgauskas, Wallace y Wright son ahora destinos válidos y, entre todos, se agradece el menor consumo de balón de James porque la realidad ya no lo exige.

Todo ello ha permitido liberar a LeBron de la parte de su juego más arriesgada: el tiro exterior. Ahora los lanzamientos se reparten eficazmente entre un backcourt menos definido pero más extenso y los interiores acceden con regularidad al balón sin que resten cinco segundos de posesión. El ataque ha dejado de estar fragmentado y las asistencias, de ser tan sólo cosa de uno.

El cambio es tan grande que el propio Mike Brown reconocía no sentirse ya tan encima de sus jugadores, abrir el sistema, relajarlo y dejarles jugar. El resultado se ha traducido en un incremento anotador que nadie adivinaba para un equipo de Brown. Defendiendo como siempre, Cleveland acumula de repente el cuarto mejor ataque (101.2) de la liga cuando ocupaban su pozo (24º) el año pasado; el segundo mejor diferencial (+8.1, sólo por detrás de L.A.), el mejor porcentaje de tiro en la pintura (68.6) siendo además el conjunto que menos rebotes (37.3) y tapones (3.3) permite al rival. El contagio positivo es tan general que el acierto desde la línea ha pasado del 71 al 78 por ciento.

Los números reflejan la eficacia conocida. Pero precede a esas cifras una realidad más crucial. Los Cavs han dejado de ser predecibles, su ataque es más versátil y resultan ahora mucho más difíciles de defender.

Sobre todo ello gravita el factor más determinante: LeBron James. No anda lejos de acertar quien le refiera, ahora mismo, como el mejor jugador del mundo.

El progreso de su juego parece haberse multiplicado. La nueva seguridad del perímetro ha permitido a James inclinarse a los postes bajo y medio, desprenderse antes del balón, aumentar su rango de pase y abandonar el habitual cuadro de cinco tíos encima. Y aunque el ritmo de los Cavs sigue siendo de los más bajos de la liga, ya no rehúsan correr cuando hay espacio libre.

Comparado ahora con el mejor Barkley, LeBron ha liberado con ello todas sus potencias como nunca antes. No se trata de números, más o menos similares. Se trata de una madurez que consigue involucrar a todos. "Lebron is basically dominating without a jumper right now" , proseguía Krolik. ¿No era éste el valor más sagrado en Jordán, Magic o Bird?

Hace un mes los pronósticos se inclinaban a una final entre Celtics y Lakers. Puede que no hayan variado mucho. Pero tal vez el obstáculo principal para que los Campeones revaliden no esté al otro lado del país. El titular del artículo formula una cuestión exagerada. Pero ahora mismo nadie sabe cuánto.

Hasta Luego
Por: Jorge Luis Martinez // Para: http://www.basketpuertoplata.blogspot.com/

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